El general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, se reunió el martes en Pekín con el ministro de Defensa chino, Dong Jun, según reportaron medios estatales chinos.
Dong, citado por el portal en inglés del Servicio de Noticias de China (ECNS), afirmó que "la relación entre China y Cuba es un modelo de solidaridad y cooperación entre países socialistas y de sincera asistencia mutua entre países en desarrollo".
El titular de Defensa chino habló de la disposición de su gobierno de trabajar con el régimen cubano para "fortalecer los intercambios de personal, profundizar la cooperación práctica, impulsar las relaciones militares entre ambas partes a un nuevo nivel.
El embajador de Pekín en La Habana, Hua Xin, publicó en su cuenta de X un reporte de la televisión estatal china sobre el encuentro.
Dong también habló de construir conjuntamente una comunidad de destino China-Cuba, según informó el ECNS. La iniciativa fomentaría el arribo de un número mayor de viajeros del gigante asiático a la isla, potenciando el turismo cubano, actualmente en números rojos.
López Miera viajó a China para asistir al XII Foro Xiangshan de Pekín. En declaraciones al medio estatal dijo que Cuba "aprecia enormemente" y apoya las cuatro principales iniciativas globales de China.
El enviado de La Habana añadió que su gobierno "consolidará y fortalecerá la amistad especial con China y continuará elevando el nivel de cooperación entre ambos países y sus ejércitos".
Expertos apuntan a que la intención de La Habana de encontrar en China a un fuerte aliado económico no han surtido el resultado esperado. Pekín ha contribuido muy poco a aliviar la situación de crisis generalizada que enfrenta la isla de gobierno comunista, pero mantiene viva la llama de la alianza en pos de un interés mayor, el de establecer en Cuba un centro de espionaje con Estados Unidos en la mira, señalan.
El Reporte Anual de Amenazas de la Comunidad de Inteligencia de EEUU, publicado en marzo pasado, señala a China como “la mayor y más robusta amenaza para la seguridad nacional estadounidense”, razón por la que un fortalecimiento de la alianza militar y de seguridad entre Pekín y La Habana no sea visto con buenos ojos por Washington.
Informes han confirmado que China opera instalaciones de inteligencia de señales (SIGINT) en Cuba, utilizándolas para recopilar información sobre Estados Unidos. La inteligencia estadounidense sugiere que podría haber hasta cuatro sitios de este tipo, con mejoras recientes observadas en una instalación en Bejucal.
Ubicadas a solo 160 kilómetros de Florida, estas instalaciones se consideran una importante amenaza para la seguridad nacional de EEUU. La región alberga varios activos militares estadounidenses críticos, y la recopilación de inteligencia en esta zona podría proporcionar a China información valiosa en una situación de conflicto.
A finales de agosto, el ministro del Interior cubano, general de cuerpo de ejército Lázaro Alberto Álvarez Casas, se reunió en Pekín con Chen Yixin, ministro de Seguridad del Estado chino, y con Wang Xiaohong, titular de Seguridad Pública. Los encuentros constituyeron, según medios oficiales chinos, un nuevo esfuerzo para “fortalecer la cooperación en materia de inteligencia y seguridad” y “salvaguardar la estabilidad social” de ambas naciones.
A principios de septiembre, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel visitó China para asistir a las conmemoraciones del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. Durante su visita, se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, y otros funcionarios. En declaraciones a la prensa estatal, Díaz-Canel destacó el apoyo de Cuba a las iniciativas globales chinas.
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